Llega a la playa y se
detiene a unos pocos centímetros del agua y allí esta ella esperándolo con una sonrisa, lo
besa y ambos avanzan adentrándose en el agua, esta ya les llega hasta los
hombros y poco después los cubre por completo, siguen su camino bajo el agua
aún sin romper el beso hasta que llegan a una cueva oculta en las profundidades
del océano en la cual se puede respirar.
En cuanto tocan la tierra
húmeda de la cueva la chica rompe el beso y el chico sale del encanto.